Siete historias de nuevas oportunidades

Julio la Lama hablaba delante de un grupo de personas que lo escuchaban con atención. Cargaba sus palabras de emoción e ilusión, no era para menos. Con su acento argentino, contaba que llevaba algunos años en Málaga cuando en el año 2000 se casó. Tres años después él y su esposa se quedaban sin trabajo y tuvieron que dejar sus vidas aquí para emigrar Argentina, en busca de una nueva oportunidad. «Nos gastamos todos nuestros ahorros», recuerda. Su estancia allí no llegó al año, ocho meses más tarde volvieron a Málaga, «echaba mucho de menos esto, yo incluso más que mi mujer que es malagueña». Dejó su puesto de fontanero y volvieron a la capital de la Costa del Sol para volver a buscar suerte. Desgraciadamente, de un día para otro, Julio «por ciertas circunstancias» entró en prisión durante tres meses. Otra piedra en el camino. Sin embargo, su suerte cambió gracias a Arrabal y su programa de integración laboral, pero sobre todo gracias al esfuerzo y afán de superación de Julio. Ahora lleva tres años trabajando y eso se lo ha ganado él.

Como Julio, seis personas más, -participantes de los diferentes programas que organiza la asociación Arrabal y que cuentan con la colaboración y el apoyo del Ayuntamiento y de la Fundación Bancaria la Caixa- explicaron su experiencia a otras personas que están pasando por una situación de las que ellos consiguieron salir. «Queremos poner en valor el esfuerzo que realizan muchas personas en desempleo, por mejorar su capacitación profesional y adaptarse a las necesidades del mercado, que buscan apoyo y recursos», manifestó ayer el presidente de la asociación, José Antonio Naveros. «Dar a conocer historias de superación personal e integración sociolaboral», ese era el reto del Live Library Incorporado, el evento que organizó ayer Arrabal en la Plaza Montaño. «Nuestra intención es que estas personas sean libros humanos, que la gente pueda acudir a ellos en busca de consejo como en una biblioteca».

Siete relatos, siete libros en forma de persona. La dinámica, que cumplió ayer su cuarta edición, consintió en unas conversaciones que los protagonistas tuvieron de forma simultánea en grupos de ocho personas junto a algunas trabajadoras sociales de la asociación. En otro de los grupos estaba Isabel Rodríguez, una joven emprendedora que ha conseguido montar empresa de animación infantil llamada Wuiky . «Me quería salir de un mundo laboral que era la hostelería. Encontré un nuevo camino en Arrabal, la animación infantil, que me encanta. Ellos me ayudaron a luchar y emprender un nuevo camino. Hice diferentes cursos, me formé y decidí trabajar para mí en vez de para otros», contaba Isabel. No ha sido fácil, conseguir su sueño le ha costado esfuerzo y dedicación. Su trabajo requiere de mucha energía y es que los niños podrían dejar agotado hasta al conejo de Duracel en menos de 30 minutos. Isabel lo sabe, pero su trabajo le apasiona, «a veces llego cansada, claro, pero cuando un niño te da un beso y te dice gracias por venir, eso te lo paga todo».

A la actividad acudieron como oyentes 55 jóvenes y mayores que actualmente están participando en los diferentes cursos de formación que ofrece Arrabal para la ayuda de la búsqueda de empleo. En la presentación de la dinámica estuvieron presentes Marc Simón, director corporativo del área Social de la Fundación Bancaria «la Caixa»; Jesús Vega, director del área de Negocio de Málaga Capital de CaixaBank; Ruth Sarabia, directora general del área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga y José Antonio Naveros, presidente de la Asociación Arrabal- AID .

Noticia de MÁLAHOY

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